Introducción
Durante años se ha producido un malentendido cultural entre Japón y Occidente respecto a la idea de la Geisha, una de las consideradas instituciones culturales de Japón. Este proceso ha sido, probablemente, debido a una interpretación de este fenómeno desde nuestra propia lógica cultural, desde nuestra cosmovisión, desde el orientalismo en lugar de hacerlo desde el relativismo cultural.
Nuestro trabajo ha sido motivado por el interés para llegar a entender qué motivos has producido esta imagen distorsionada de las geishas y el querer profundizar para saber hasta que punto está arraigada esta confusión.
Para ello hemos usado el trabajo de campo, en especial las entrevistas guiadas a europeos (principalmente españoles) y a los mismos japoneses. A través de este material hemos analizado las diferencias de concepción de la geisha en ambas regiones y los posibles factores que a lo largo de los siglos han provocado este malentendido cultural.
Para conocer más sobre las geishas, os recomendamos el visionado del documental Vida secreta de las Geishas
Entrevistas
El estudio de campo lo hemos realizado mediante breves entrevistas guiadas a un grupo de 20 españoles y 20 japoneses de ambos sexos con edades comprendidas entre los 18 y los 50 años.
En las entrevistas a españoles se les preguntaba cómo definirían a una Geisha, cómo supieron de su existencia y dónde creían que podían encontrarlas.
Los resultados revelan que a pesar de conocer la figura de la geisha o haber oído hablar de ella, no la conocen en profundidad. La mayoría ha coincidido definiéndola como una dama que presta sus servicios de compañía con un reconocido estatus social pero dejando abierta la opción de un posible encuentro sexual. Unos pocos incluso han llegado a describirla como una simple y burda prostituta.
Todos ellos han visto la película o han leído el libro de Memorias de una geisha, y, aunque esta película/libro no refleja la pura realidad, la mayoría de los entrevistados no tenían ningún otro tipo de conocimiento sobre las geishas. Gracias al visionado del film, casi todos afirmaban conocer que las geishas se encontraban en Japón pero admitían no ser capaces de concretar una ciudad o un barrio. También cabe destacar que una minoría, con total desconocimiento, situaba a las geishas de manera generalizada en Asia.
En las entrevistas dirigidas a los japoneses se les preguntó sobre su visión acerca de las geishas, qué pensaban que aportaban a la sociedad japonesa, cómo creían que las veíamos en occidente y, en caso de que fuese de forma negativa, cómo pensaba que se había llegado a este punto de vista.
Los resultados contrastan la diferente visión que tienen ellos sobre las geishas. Las consideran artistas y en ningún momento relacionan su imagen con la de prostitución.
Para algunos las geishas son la representación de las tradiciones japonesas, junto con el decoro y el saber estar propios del país. Para otros, son arte y belleza elevados a la máxima expresión, una representación perfecta de la elegancia y la disciplina.
Las geishas son, por tanto, bien aceptadas por la sociedad japonesa. Se aprueba e incluso se ve con buenos ojos que un hombre acuda a una fiesta con geishas ya que, debido a su elevado precio, poder permitirse el contratar una geisha es símbolo de riqueza y alto status social.
Puesto que las geishas son vistas como una institución tradicional y propia del país, para los japoneses su aportación se basa, precisamente, en mantener viva su propia tradición y mantener, a su vez, otras tradiciones que poco a poco van siendo olvidadas por los jóvenes como puede ser la ceremonia del té, algunos bailes, tocar el shamisen o el shakuhachi, etc. Así, para una sociedad como la japonesa, donde mantener las tradiciones es algo importante, el papel de la geisha se convierte en algo muy apreciado y valorado.
A pesar del buen concepto que se tiene de las ellas dentro del país, no pasa desapercibido que los occidentales no tienen la misma opinión. Los japoneses no tienen la idea de que, para muchas personas fuera de Asia, las geishas son consideradas meras prostitutas de lujo, pero lo que sí saben con certeza es que los occidentales no las ven de la misma manera que las ven ellos. En las entrevistas se refleja la diferencia cultural como la principal causa de las malinterpretaciones culturales. Los japoneses creen que los occidentales tienen una forma de ver y entender las cosas diferente a la suya y a la de los asiáticos en general y esta diferencia es la que provoca que sea difícil para los occidentales entender un concepto como el de geisha, también los hay que piensan que la culpa es de la propia sociedad japonesa al intentar hacer publicidad del país vendiendo la imagen de la geisha con falta de información descontextualizada.
Causas de la imagen distorsionada de la Geisha
Esta dualidad de visiones nos lleva a plantearnos el porqué de esta imagen tan distorsionada de la geisha y como lo que para los japoneses representa una fuerte institución cultural ha sido interpretado por nosotros como un simple intercambio de necesidades. Quizás encontremos una respuesta si analizamos más profundamente algunos de los diferentes factores que han podido inducir a esta confusión:
- La 2ª guerra Mundial. Es uno de los factores clave para el cultivo de toda clase de mitos o malentendidos sobre las geishas. Nos encontramos en un país de postguerra derrotado y devastado donde la muerte y la hambruna no es generosa con nadie. Así pues, la llegada de los soldados americanos a Japón hizo que muchas mujeres se dedicaran a la prostitución ya que la idea de un “exotismo sexual” atrajo la atención de muchos de los soldados. La idea del evolucionismo y de una cultura superior se refleja en la manera en que los americanos empezaron a apodar a los japoneses: yellow monkeys o “monos amarillos agazapados en las selvas de Birmania”. De manera más despectiva surgió el apodo de yellow cab para referirse a las mujeres japonesas ya que se consideraba que “eran tan fáciles de conseguir como un taxi”
Recorte de una revista men’s adventure. Revistas dedicadas al público másculino en tiempos de guerra que relataban hechos y vivencias en países exóticos y extranjeros
- Memorias de una Geisha. El Bestseller escrito por Arthur Golden es el responsable del actual “desconocimiento” que tenemos los occidentales sobre las geishas. Publicado como si un trabajo de investigación histórico u antropológico se tratase, el autor nos intenta desvelar los secretos más ocultos de estas mujeres japonesas. Además su popularidad llegó a todos los rincones de Europa y América con la adaptación de la obra a la gran pantalla.
- Surgimiento de las Hostess. Las hostess son chicas que visten con estilo occidental y ofrecen su compañía a cambio de un precio establecido. Surgieron también en la segunda guerra mundial y se hicieron populares con el cierre del barrio de las geishas. Hoy en día es considerado un “arubaito”, lo que para nosotros sería un trabajo temporal y es accesible para cualquier persona, incluidos los extranjeros. A pesar de vislumbrar alguna similitud con las geishas, es importante tener en cuenta que éstas últimas son una institución cultural y representación del patrimonio cultural japonés.
- Las diferencias culturales: Quizás, el principal problema que causa la mala imagen y la relación con la prostitución es la diferencia cultural. En España nos es imposible desvincular la idea de una transacción monetaria a cambio de unas horas de compañía o la imposibilidad de una relación de amistad entre personas de diferente sexo. Intentar comprender una cultura desde nuestra propia perspectiva crea dificultades interpretativas.
- Explotación turística en el resto de Asia: Este apartado hace referencia a uno de los entrevistados españoles que desconocía el origen japonés de las geishas. Nos explica que en su viaje a Tailandia, hace menos de dos años, vio prostitutas tailandesas que vestían de modo tradicional japonés haciéndose pasar por auténticas geishas. Este país conocido por su alto nivel de turismo sexual ha tomado como recurso la idealización del orientalismo y el exotismo para atraer clientes occidentales. Este hecho facilita la distorsión de la imagen de la geisha en otros países.
Conclusión
Así pues el análisis de estos hechos marcan los vestigios de una visión “orientalista” en la que era el recurrente uso de fantasías estereotipadas que se asociaban a la sensualidad y el sexo, estereotipos con el objetivo de proporcionarnos la tranquilidad de saber que estamos protegidos del peligro.
Sólo estudiando las particularidades históricas de Japón, tal y como anuncia el antropólogo Franz Boas (1858-1942), seremos capaces de entender las peculiaridades de la cultura japonesa y comprender el papel de geisha en la sociedad japonesa. Es necesario dejar a un lado el etnocentrismo y el universalismo cultural enfocando nuestra visión hacia un relativismo cultural en el que se acepta la diversidad cultural. Sólo así, analizando a la geisha de acuerdo con los parámetros propios de su cultura seremos capaces de deprendernos de los mitos y estereotipos que fluyen entorno a una de las más importantes instituciones japonesas.
Post muy completo y certero, Estoy totalmente de acuerdo sobre el desconocimiento en general tanto de la cultura y tradición japonesa como causa de los erróneos juicios de valor que realizamos los occidentales sobre el papel de las Geishas. Podríamos extrapolar esto a la cultura Asiática en general.